lunes, 30 de abril de 2012

Una persecución de película



Las 04:30 horas de la mañana del pasado lunes, 23 de abril. Un coche de la Policía Nacional patrullaba, como es habitual, las calles de Chamartín. A los agentes les llamó poderosamente la atención la actuación de un joven que, en cuanto los vio, se puso muy nervioso y salió corriendo junto a una chica. Sin dudarlo un instante, los policías fueron tras ellos para averiguar su identidad.

La persecución, propia de cualquier película de acción, no hacía más que comenzar. El individuo se montó en su coche y, arrancando de cuajo la barrera del parking en el que estaba aparcado, huyó a gran velocidad y en dirección contraria, esquivando así a los agentes que pretendían darle el alto.

Salió a la M-30 con las luces apagadas para evitar ser visto, y consiguió, a tiempo parcial, despistar a la policía. Para entonces, las alarmas se habían disparado y numerosas patrullas ya estaban preparadas por las calles de la capital. A ellas se unió un potente helicóptero policial que a las 07:30 horas logró localizar el vehículo en el término de Vallecas.

El seguimiento se reanudó por la A-2, donde, a pesar del enorme tráfico en hora punta, el delincuente circulaba realizando maniobras realmente complicadas y poniendo en serio peligro al resto de conductores. Por el arcén, entre carriles, cruzándose, dando volantazos, haciendo frenar bruscamente al de al lado... Y todo esto a una velocidad desmedida.

A la altura de Barajas, junto a un polígono industrial, viendo que era imposible avanzar por la congestión de tráfico, decidió abandonar el automóvil y cruzar la mediana, para robar uno de los coches parados por el atasco. Creía que de ese modo despistaría a la Policía, pero al ser bloqueados por un furgón que no podía apartarse como el resto lo hacía, tuvo que continuar su huida esta vez a pie, junto a su compañera. Ahora la suerte estaba de su parte, pues el helicóptero que le seguía no puede circular por zonas cercanas al aeropuerto, por motivos de seguridad.

Aun así, la aeronave vigilaba y seguía sus movimientos desde la distancia, y los iba retrasmitiendo a la vez a los agentes que realizaban la persecución por tierra.

En pocos minutos, el ruido estrepitoso de las sirenas se hacía notar por la autovía. Más de una decena de coches de la Policía Nacional y de la Guardia Civil se adentraron en la zona abriéndose paso entre los coches. En poco tiempo, lograron rodear la zona donde se encontraban los delincuentes.

Al más puro estilo de Hollywood, los policías se lanzaron de sus respectivos vehículos y comenzaron el rastreo coordinados desde el aire. Saltaron la barrera de seguridad de la carretera, unas vallas de metal que cercaban un terreno y unos matorrales hasta dar con el prófugo y su pareja, que se habían escondido debajo de un camión de grandes dimensiones.
El momento de la detención fue todo un espectáculo. La gente observaba expectante desde sus automóviles y rumoreaba sobre qué clase de delincuente pudiera ser. Desde luego, su actuación era muy agresiva. El individuo estaba fuera de control. Gritaba y se movía como un poseso, y amenazaba de muerte a los agentes.

Después de un buen rato, consiguieron reducirlo e inmovilizarlo en la calzada. La mujer no opuso resistencia alguna. Miraba nerviosa y cabizbaja a su pareja, mientras le ponían las esposas. En el coche, los guardias encontraron un carnet falso, dos navajas, hachís y 1.500 euros.

Fueron trasladados inmediatamente a Urgencias por las lesiones que habían acumulado durante la fuga. Incluso allí el comportamiento de él fue agresivo con los médicos y enfermeros que le atendieron. Seguidamente, se los llevaron a la comisaría más próxima.

Para sorpresa de la policía, el joven resultó ser Juan María Gordillo Plaza, de 25 años, más conocido como “El niño Juan”. Se trata de un peligroso alunicero, que ya contaba con dos órdenes de búsqueda y captura. Su expediente revelaba que había sido detenido hasta en 24 ocasiones por tráfico de drogas, robos de coches utilizando la técnica del alunizaje, tenencia ilícita de armas, desobediencia, atentado contra la autoridad, allanamiento de morada, etc. Los agentes habían hecho una larga pero gran labor. En los próximos días, Gordillo pasará a disposición judicial.

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