sábado, 24 de marzo de 2012

Buenas noches, y buena suerte


Buenas noches, y buena suerte es una película estadounidense de 2005 rodada en blanco y negro y dirigida por George Clooney.

Se basa en los primeros años del periodismo televisivo en Estados Unidos, es decir, los años 50, y en concreto, en el famoso presentador Edward Murrow y su programa See It Now.

En un contexto en el que los americanos llevaban a cabo la persecución de supuestos comnunistas, Murrow ejerce el papel de periodismo de denuncia en su programa, criticando diferentes actuaciones del Gobierno y en concreto del senador Mc Carthey.

Murrow quiere hacer ver a la sociedad estadounidense el comportamiento que se está ejerciendo, y concluye su programa con una serie de reflexiones que asustan y hacen enfadar a los directivos de la cadena. Incluso le llegan a advertir: “Nosotros no fabricamos las noticias, sólo las presentamos”.

El conocido presentador hace oídos sordos, porque considera que la CBS se ha caracterizado siempre por sus noticias de calidad, y porque cree que su responsabilidad como periodista está en defender lo mejor para la ciudadanía, y afirma que “seguiremos adelante, porque el temor está en esta habitación”. Está claro que los jefes sólo buscan audiencia de entretenimiento, dejando atrás el periodismo responsable por ese temor a las consecuencias que pueden acarrear desvelar a los espectadores ciertas actuaciones de los que ostentan el poder.

Al serle reducido el programa, y teniendo en cuenta que aún le quedaban cinco programas para agotar el contrato, Murrow se prepara la siguiente emisión para hablar sobre la decadencia de la televisión, una televisión en la que uno no puede expresarse libremente por miedo, y que se ve coaccionado por sus jefes a seguir el guión que le marcan.

Esa no es la televisión que Edward Murrow quiere para sus espectadores. Sus ideales van más allá del mero entretenimiento, y quiere conseguir un verdadero periodismo de calidad, con un factor fundamental para ejercer: la libertad.

El periodismo, para poder ser real, necesita de esa libertad de expresión, necesita de un presentador como él, que pueda decir lo que piensa sin ningún miedo. Y sobre todo, que sea capaz de informar a la sociedad de lo que realmente sucede a su alrededor. Ese es el trabajo de un buen periodista.

Una frase que recoge a la perfección la idea del buen periodismo en el film es: “Sólo somos responsables en nuestra obligación de defender nuestras libertades”.

Termina, pues, la película con unas palabras que pronuncia el protagonista en un homenaje que se le realiza en 1958: “La televisión puede enseñar, pero sólo lo hará en la medida en que estemos dispuestos verdaderamente a utilizarla con este fin”.

viernes, 16 de marzo de 2012

La Facultad de Ciencias de la Información cumple 40 años



Hoy han concluido los actos organizados en conmemoración del 40 aniversario de la facultad, entre los que han destacado un programa de radio de diez horas y la proyección de “Tesis”.

Los estudiantes de Periodismo, Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Universidad Complutense de Madrid han programado una serie de actos durante los días de ayer y hoy para celebrar las cuatro décadas que cumple su facultad.

El homenaje comenzó ayer a las diez de la mañana, con un programa de diez horas ininterrumpidas en Inforadio, la radio de la facultad, a la que asistieron numerosos periodistas de gran prestigio nacional como Juan Ramón Lucas, Pepa Bueno o Ramón Arangüena. Todos ellos han pasado por las aulas desde su creación en 1972.

Una hora más tarde, tuvo lugar la proyección de la película “Tesis”, rodada en el edificio de Ciencias de la Información. Su director, Alejandro Amenábar, es antiguo alumno de Comunicación Audiovisual.

Esta mañana se ha emitido en directo en la Sala de Conferencias el programa “Hoy Madrid”, de Ondamadrid, que ha durado desde las diez hasta la una del mediodía.

Mientras, en la Sala Naranja, ha sido organizada una mesa redonda en la que se ha hablado de experiencias en el sector de la publicidad y cómo se debe trabajar en ella.

Los eventos han concluido en el Salón de Actos a las ocho de la tarde, con las palabras de José Carrillo, rector de la Universidad Complutense de Madrid desde el año pasado.

Así pues, un vídeo institucional realizado durante toda la semana por alumnos de la universidad ha clausurado los actos de homenaje a la primera facultad de España dedicada a la comunicación.



Jueves, 15 de marzo

lunes, 5 de marzo de 2012

El Periodismo según Kapuscinski


Ryszard Kapuscinski es un reputado corresponsal y escritor polaco, que se ha recorrido medio mundo contándonos qué sucede. Sus testimonios han aportado mucho al Periodismo, y en “Los cínicos no sirven para este oficio” explica claramente cómo es y tiene que ser un buen profesional de la información.

Para Kapuscinski, en este oficio hay tres normas importantes: exigencia (el verdadero periodista lo es las 24 horas del día), profundización de conocimientos de manera constante, y no considerar la profesión como un medio para hacerse rico.

El buen periodista es un historiador, porque estudia la historia a la vez que se está desarrollando, y en sus noticias aparecen el por qué ha sucedido un acontecimiento.

También tiene que ser una persona con conocimientos de psicología, y generar empatía con las fuentes a las que se tiene que dirigir, para poder comprenderlas.

Las fuentes de un buen periodista, en la práctica, son tres: la gente (lo que llama “los otros”), los documentos, y “la imponderabilia”. Este último término hace referencia al mundo que nos rodea: colores, temperaturas, atmósferas, climas, etc.

Uno de los grandes problemas para los periodistas es la lengua, ya que aunque se sepa el idioma del lugar al que se ha dirigido, uno nunca se va a poder expresar como en su lengua materna, lo que hace que se pierda precisión. Otras dificultades son también la falta de tiempo para conocer a las fuentes, así como la percepción que cada persona tiene sobre la historia.

La libertad del periodista está limitada por los intereses de la empresa en la que trabaje. Éstos tienen el poder de cambiar la historia, porque basta con poner en portada una noticia para darle más importancia u omitir un acontecimiento para que la gente crea que no ha sucedido.

El tiempo ha hecho que el Periodismo cambie su orientación. Mientras que a principios del siglo pasado la información se centraba en la búsqueda de la verdad o en la orientación ideológica, hoy en día lo más importante en la información es el espectáculo. Cuanto más espectacular es la información, más dinero se puede ganar con ella.

Algo curioso del polaco es que piensa que uno no puede ser corresponsal si cree en la objetividad de la información, pues el único informe posible, asegura, siempre resulta personal y provisional.

Para terminar, Kapuscinski considera que los jóvenes están bien informados, son mucho más inteligentes, mucho más capaces de expresarse y más ágiles intelectualmente que quienes los han precedido.

También el maestro avisa que, aunque el Periodismo esté atravesando una gran revolución electrónica y estos avances pueden ayudarnos, nunca van a ocupar nuestro trabajo.